Acovedi

Elizabeth Acuña Ayala

Voto libre y responsable

Editorial

Como sector, desde la Asociación Colombiana de Venta Directa procuramos el bienestar de los colombianos y la excelencia y ética de nuestras compañías en pro de la construcción de una sociedad más equitativa, con mayores oportunidades y el dinamismo que el país necesita. Es por lo anterior y fundamentado en las libertades humanas, que nuestro sector siente la necesidad de pronunciarse frente a la responsabilidad individual de cada colombiano con respecto al compromiso histórico que se avecina este fin de semana. 

La responsabilidad, un valor y concepto que comienza en casa. Una frase que tiene mucho sentido por estos días en donde necesitamos ser coherentes con lo que le vamos a pedir a nuestro nuevo líder de Gobierno a partir del 7 de agosto próximo.  

Y es que con este mensaje, quiero hacer una invitación a ejercer nuestro derecho al voto que, para empezar, es la pieza fundamental del ejercicio de la democracia. En los comicios para elección de representantes al Congreso de este año, la cifra de votantes se redujo en un 4% comparado con los comicios legislativos del 2018.  Lo anterior sin duda es algo preocupante porque pese a la responsabilidad patriótica y civil, el debate electoral parece quedarse en las redes sociales, pero no materializarse con los mismos resultados en las urnas.

La coherencia ciudadana, la exigencia cívica para nuestros gobernantes, toma sentido con el voto responsable y consciente. Hacerlo, es también un deber que nos permite justamente esa exigencia y control sobre las decisiones que definen el rumbo del país.

No se trata de votar por votar, ni votar en contra; se trata de conocer y entender las propuestas de los candidatos, sus planes de gobierno, las implicaciones de esas propuestas y los pros y contras de cada una de ellas.

No se trata de votar por votar, ni votar en contra; se trata de conocer y entender las propuestas de los candidatos, sus planes de gobierno, las implicaciones de esas propuestas y los pros y contras de cada una de ellas.  Solo estudiando a los candidatos y lo que proponen, como posibles líderes de nuestro país, podremos ejercer ese derecho democrático al voto, en la libertad de cada quien, de manera coherente y bien pensada.  

 

Desde estas líneas queremos invitarlos a que dejemos de lado las polarizaciones y apasionamientos que nos alejan de la racionalidad que se necesita para tomar una decisión tan importante como la de elegir a nuestro presidente. El futuro del país es el que está en juego, ni más ni menos. Es el curso de nuestra historia, de nuestros hijos, nuestra sociedad, de las oportunidades para los menos favorecidos, del dinamismo empresarial como fuente del desarrollo económico y social, y de nuestro bienestar. Colombia nos necesita unidos y sensatos y como lo expresé al inició de este mensaje, no podemos pretender pedir lo que no damos.  Salgamos y votemos a conciencia y con responsabilidad para llevar nuestro país al desarrollo económico y empresarial que nos merecemos por la pujanza que nos caracteriza. 

 

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