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Felipe Arias Londoño es uno de los periodistas de mayor reconocimiento en Colombia. No solo por su gran recorrido sino por la labor social que ejerce desde su enfoque social, el cual ha estado repleto de historias inspiradoras que les dan alcance a realidades poco perceptibles en el país. Este manizalita creativo, emprendedor y riguroso con su carrera, estuvo con la revista Emprendamos en una entrevista en la que destapó su corazón para hablar de sus retos, su familia, el enfoque propositivo de la comunicación, los sueños de un emprendimiento y varios sucesos que han marcado positivamente su vida.
A sus 51 años este carismático periodista, que goza de gran credibilidad y trayectoria nos dejó ver su lado más humano desde el mismo instante de empezar nuestra conversación. Con anécdotas inspiradoras de superación, tantas historias en cada rincón del país, los esfuerzos decididos para cubrir actualidad y política a nivel mundial, y varios contextos sociales de Colombia, Felipe es categórico a la hora de definir su profesión como “un poder para construir, tender puentes e interpretar realidades a partir de historias que no tienen voz”. Durante sus inicios y gran parte de su profesión se dedicó a cubrir orden público y política; dos enfoques vitales para el desarrollo social pero que hoy ve desde una perspectiva un poco diferente: “Estar tan cerca del poder, me alejaba de la esencia y las necesidades reales de la gente”.
Es desde este punto que Felipe Arias comenzó a darle un vuelco social a su misión informativa y desarrolló proyectos como el “Cazanoticias” y “Valientes”, dos contenidos que se han posicionado desde diferentes formas de denuncia social para ayuda comunitaria y efectiva, e historias inspiradoras de las entrañas de las regiones para mostrarnos que siempre hay realidades más complejas y que salen adelante, inspiran y promueven el perdón, la reconciliación y la resiliencia como objetivos humanos de desarrollo efectivo
Poco a poco y con el entendimiento real del impacto, fuimos conociendo otras realidades semejantes, y ahí surgió la idea de crear algo que impactara a las personas desde sus hogares. Con comodidad, buenos precios y una inquietud particular que siempre he tenido por este sector nos unimos con una familia para producir calzado que pudiera adaptarse a esas necesidades, y fue cuando arrancamos con este emprendimiento.
Hoy, ya nos hemos metido en ferias, conocemos mucho mejor la dinámica de la confección, adoptamos insumos diferenciales y establecimos redes de venta que le apunten directamente a la generación del empleo como una alternativa sostenible en el tiempo.
Esta conversación que se extendió en varias fases durante una tarde, estuvo marcada por la emotividad de las vivencias de Felipe, en las que, en sincronía con nuestro sector de venta directa, le apunta a las fortalezas, a los valores, al sentido perfecto de las circunstancias, a la adaptabilidad y al trabajo como argumento para llevar una vida más amable.
En sus pasajes más representativos de emotividad en lo que resalta justamente su gratitud por haber sentido el afecto de tantas personas en los momentos en que tuvo la complicación médica, resalta con gran afecto las fundaciones que ha apoyado para niños con síndrome de down, decenas de “valientes” que se han unido para pedir por su salud, tantos colegas y personas que lo acompañaron en ese momento que según él tuvo el más revelador aprendizaje de la vida: Apreciar más, sensibilizarse y luchas por los sueños.