
- Calle 94 A N° 11 A - 32 Oficina 305
- [email protected]
Andrés Hoyos
La coexistencia con la inteligencia artificial (IA) presenta desafíos y oportunidades en diversos aspectos clave de nuestra sociedad, desde la veracidad de la información hasta la empatía real y el desarrollo humano. A medida que avanzamos hacia un futuro en el que la IA juega un papel central, es fundamental abordar estos retos con estrategias claras y herramientas efectivas que permitan detectar esa, cada vez más delgada línea entre lo que existe y lo que dispone un algoritmo.
En las ventas y los entornos comerciales, la IA ha empezado a destacarse en las respuestas y la atención al consumidor, como un ente que dinamice las compras y resuelva con facilidad situaciones básicas del contexto de un producto o una marca. Cada hora, con el entendimiento de los algoritmos y los avances predictivos del entorno artificial se avanza a pasos agigantados sobre esa misma alternativa de atención, pero surgen inquietudes y necesidades lógicas de interacción humana que exceden, por ahora, los límites de la comunicación programada.
Dentro de estos retos, desde los entornos comerciales debemos entender estas 4 banderas rojas de la IA y rescatar rápidamente las bondades humanas para fidelizar con empatía y cercanía, el vacío que deja la predicción y la lógica del algoritmo:
Fact-checking automatizado: Herramientas como Google Fact Check Tools ayudan a verificar información rápidamente.
Uso de redes neuronales explicables: Modelos que muestran cómo llegan a sus conclusiones, promoviendo transparencia y contenido de valor real. Clave la mentalidad critica para “no tragar entero”.
Educación en alfabetización digital: Programas que enseñen a distinguir fuentes confiables desde la infancia y los mismos nuevos medios informativos.
Plataformas como Deeptrace para detectar deepfakes.
Métodos de auditoría ética: Incorporar auditores de IA en las empresas para garantizar prácticas justas y transparentes.
Regulaciones específicas de IA: Adoptar normativas similares a las propuestas por la Unión Europea para garantizar la equidad y la seguridad. Hay que involucrar rigor ético y legal en la confrontación de los contenidos informativos.
Desarrollo de frameworks éticos como los promovidos por diferentes iniciativas y normatividades en el mundo. En Colombia ya hemos visto casos de personas influyentes que se suplantan con inteligencia artificial para “vender” y socializar productos que ni conocen. No hay una reglamentación que condene rigurosamente estas prácticas.
Transparencia en los algoritmos de redes sociales.
Fomentar la diversidad en el desarrollo de IA para evitar sesgos culturales o sociales.
Colaboración entre humanos e IA para tomar decisiones más equilibradas.
La clave para una convivencia efectiva con la IA radica en fomentar la colaboración humano-máquina, establecer políticas regulatorias robustas y promover un uso ético que priorice la verdad, la empatía y el bienestar social, no para criticar todo lo nuevo o no ir en la línea evolutiva de los descubrimientos, sino por el contrario, coexistir y sacar ventajas de ellos.
Escrito por: